Fuentes judiciales informaron que el fiscal indicó como medida de prueba ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral la obtención de las grabaciones en video y/o audio de los dichos del ex vocalista de Bersuit Vergarabat.
El fiscal federal Ramiro González imputó ayer al músico Gustavo Cordera por “apología del crimen” e “incitación a la violencia colectiva” a raíz de sus declaraciones sobre las mujeres, en el marco de la denuncia penal realizada por el gobierno.
Fuentes judiciales informaron que el fiscal indicó como medida de prueba ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral la obtención de las grabaciones en video y/o audio de los dichos del ex vocalista de Bersuit Vergarabat.
La imputación del fiscal se concretó en el marco de la denuncia realizada el martes en forma conjunta por el Consejo Nacional de las Mujeres y el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (Inadi).
Esa denuncia constituyó la tercera contra el músico, ya que antes habían sido presentadas otras dos, una ante la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual de Niñas y Niños (Ufisex) y otra en el juzgado de Instrucción N 19, a cargo del juez Diego Slupski.
Cordera había dicho que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo” y consideró como “una aberración” la ley que penaliza el abuso de menores de edad, durante una presentación ante estudiantes de periodismo el 8 de agosto.
El músico, quien afrontó un repudio amplísimo de la comunidad artística, intentó explicar que se trató de un “ejercicio de psicodrama” frente a los alumnos, uno de los cuales difundió sus declaraciones, pero directivos de la institución aclararon que no se trató de tal cosa.
Cordera anunció el miércoles la suspensión de todos sus shows y volvió a pedir perdón por sus declaraciones, en una carta que difundió en su cuenta de la red social Facebook.
La decisión del músico se conoció en la carta titulada “Mujeres, perdón”, tras las suspensiones de sus presentaciones registradas en diferentes puntos del país.
En esa carta, el músico expresó: “Vi cómo se condena al que dice, al que muestra. Mi estupidez, mi equivocación, mi grosería, mi representación, estuvo en manos de mi personaje provocador que activó algo que estaba guardado en muchísima gente. Y pronto se mostró. Eso me ayudó a verme y saber que quien habló, no me identifica para nada”.
Cordera afirmó en la carta que “…yo no soy el mensaje. Yo soy un canal, como todos los artistas del mundo. Pagamos por ser canales. No me identifico con lo que digo, sólo lo digo”.